cuando viaje, mi interior no tenia color estaba en un vació, y mi odio era de niñería, de picada pero realmente jamás existió, estuve todo el día pensando en ti, y mientras recorría los paisajes con buenas compañías no pestañaba, ni dejaba de mirar las caras a mi alrededor para ver si quizás te veía, pensaba que si te veía me comportaría de una forma indiferente y ni siquiera te miraría a los ojos ,si no mas bien seguiría mi camino y solo haría que me vieras para ver si te acordabas de mi.
El día sucedió largo y lleno de sorpresas de todo tipo, ya empezaba a incluirme en las nuevas amistades, sus corazones se habían abierto para mi bondadosamente, pero mi corazón solo se estremecía al saber que nos encontrábamos en la misma ciudad y quizás estabas a la vuelta de la esquina, el destino nos mando de aquí para allá, caminamos por todos lados, por cosas del momento no pudimos estar en el lugar que habíamos acomodado a conocer y llegamos precisamente a aquel sitio, bailaba bailaba mirando como una tonta para todos lados por si es que podría ser posible encontrarte, al cabo de unas horas mis energías se agotaban y me dije a mi misma, que ya era hora de preocuparme egoístamente de pasarlo bien, no paso ni un minuto cuando divise a tu grupo, me desespere, mi respiración se agito y todo lo que había planeado se había ido al carajo, solo quería mirarte a los ojos y saber que eras tu, corrí hacia ti, estabas de espaldas, no sabia que iba a decirte, ni menos como reaccionarias, toque tu hombro, volteaste y nos miramos a los ojos, enseguida empecé a tiritar como si por un momento fueras inalcanzable para mi, y ame tu reacción, y no llore no por que no quisiese sino por que no lo podía creer, pensé que era un sueño, y no reaccionaba, nos abrazamos mucho rato y no quería soltarte, quería que todos se fueran de nuestro lado y solo tener tu compañía para mi, pero no era posible por todo, pero aun así que importaba, estábamos juntos. Deje a las buenas amistades con las que estuve en el día, y me fui contigo y tu grupo, tu novio y tu hermano, la verdad es que solo quería que desaparecieran, hablamos hablamos hasta que amaneció y cuando dormí seguí soñando contigo, con nuestro beso simple pero dulce, loco, inocente, secreto. Me fuiste a dejar y la verdad es que no quería dejarte, pero era inevitable, y el otro seguía ahí escuchando, hurgando y observándonos. Me fui en el bus con una sensación mas tranquila de la que llegue, recordaba tu promesa, vendrás por mi algún día y te esperare lo juro, y intentare hacer lo mejor mientras dure esa espera, solo se ahora que mi amor hacia ti es la expresión que atesoro, te amo de una forma a la que jamás me había sometido, por ahora seguiré construyendo nuestra historia a la espera tuya, nos me cansare de sentir este amor que nada lo apaga. y lo sabes. Ahora mas que nunca sabemos que es el destino que toma y que nos junta siempre, y que la vida quiere que sigamos y esto fue una señal clara de eso, gracias.
Te amo.
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